La cirugía maxilofacial ofrece mejoras tanto funcionales como estéticas en la salud oral y facial del paciente.

• Corrige malformaciones congénitas o adquiridas. Mejora la calidad de vida en personas con labio y paladar hendido, asimetrías faciales o deformidades.
• Mejora la función masticatoria y la mordida. Ayuda a pacientes con problemas en la alineación de la mandíbula y los maxilares.
• Corrige fracturas faciales y lesiones traumáticas. Restaura la estructura ósea del rostro tras accidentes o golpes.
• Reduce el dolor y las molestias en la articulación temporomandibular (ATM). Trata trastornos que causan dolor crónico en la mandíbula.
• Facilita la colocación de implantes dentales. Mejora la base ósea para tratamientos de rehabilitación oral.
• Optimiza la respiración y la fonación. Beneficia a pacientes con apnea del sueño o problemas en la cavidad oral.
• Mejora la estética facial y la confianza. Corrige proporciones faciales para una armonía estética y funcional.